Discursos y… más discursos / Speeches and… more speeches
Un sitio ideal para discursos / An ideal space for speeches. UNFCC / Creative Commons
La de esta mañana ha sido mi segunda plenaria inaugural de una conferencia de Naciones Unidas. A decir verdad, me ha parecido más de lo mismo. Es algo que ya me advirtieron el resto de trackers: los discursos siempre son iguales “tenemos que actuar ahora”, “no podemos fallar”, “el tiempo se acaba”.
La diferencia entre las sesiones de Barcelona y Copenhague es que ahora sí va en serio, esta es la última parada para conseguir un acuerdo sobre cambio climático. Las consecuencias de posponerlo unos meses más, o incluso un año, serían catastróficas.
Es algo que me decepciona, igual que lo hizo en Barcelona. Parece que, para muchos de nuestros representantes, este tipo de eventos sólo sirve para conseguir cierta reputación.
Un ejemplo: La alcaldesa de Copenhague, Ritt Bjerregaard, se empeñaba a destacar hoy lo limpios que son sus conciudadanos. “Uno se puede bañar en las orillas del puerto de Copenhague” (y tiene razón, estas aguas no son como las de Barcelona).
Y en la intersesional de Barcelona, el alcalde Jordi Hereu no tardó en destacar que la ciudad tiene un sistema de bicicletas públicas muy efectivo. No lo es siempre, os lo puedo asegurar, pero está bien que el alcalde tenga sus 15 minutos de fama internacional.
Otro ejemplo más, pero mucho más importante: Hace menos de un mes, el primer ministro danés, Lars Loekke Rasmussen, que preside la cumbre afirmaba que Copenhague sólo serviría para crear un acuerdo políticamente vinculante que tendría que traducirse más tarde en un acuerdo legalmente vinculante.
Pero como son las cosas, ahora que Obama ha confirmado su presencia en la cumbre, Ramussen parece más optimista y esta mañana afirmaba: “Necesitamos un acuerdo fuerte y ambicioso en Copenhague”.
Me gustaría pensar que para ellos, esto no es un evento publicitario. Puedo entender que, siendo danés, me gustaría oír hablar de un famoso “Protocolo de Copenhague” y tener unas fotos con Obama de recuerdo. Pero este no es el objetivo por el que estamos aquí.
No tengo nada en contra de los políticos. Y menos aún en contra de los daneses. Sólo es que suelo sospechar de todo aquello que, pareciendo bonito, se queda en la superficie. Como la mayoría de los discursos.




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Jose
About the author
Ferran EsteveFerran Esteve es de Barcelona, España. Nació y se crió en Cataluñ a, desde donde trabaja para ofrecer a la gente información fresca sobre las negociaciones de cambio climático.