El día de hoy ha sido un día pesado. Además de que ha sido un día gris, en el que no ha dejado de llover, la atmósfera del lugar es pesada. Los ministros hablan en la plenaria, los negociadores forman acuerdos con las puertas cerradas. No sé dice mucho, tan solo que no hay resultados hasta mañana. Hoy me topé con tres negociadores mexicanos, quienes me dijeron “algo saldrá, se esta trabajando”.
No dicen más.
La sociedad civil espera, aunque el tiempo se nos termina. Entre tanta confusión, al ir por un café me encontré a Kumi Naidoo, director de Greenpeace, quién me confesó que tiene bajas expectativas de la conferencia: “no creo que veamos grandes avances”.
No nos adelantemos tanto, mañana tendremos la respuesta. Además, a pesar de que ahora no estemos seguros de lo que verdaderamente pasa en las negociaciones, los activistas y los jóvenes en la COP17 forman alianzas, las acciones se ven a cada momento y los negociadores se dan cuenta.
Para animar un poco esta nota, les dejo una caricatura que me encontré sobre los activistas de Greenpeace, deportados de Sudáfrica:
(Andrea Arzaba, Diciembre 2011)
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About the author
Andrea Arzaba estudia Periodismo en UIA, Ciudad de México. Actualmente escribe para publicaciones internacionales como Nat Geo Traveler México, CASAVIVA, Global Voices Online y para la revista Equilibrio. Andrea cree en la importancia de mantener a los jóvenes activos en los procesos de política internacional, y de esta manera ver cambios sustanciales en la sociedad. A ella también le encanta bailar, viajar y el helado de chocolate con menta.
