Lost & Found
Posted on 04. Oct, 2010 by Ferran Esteve in Spain
Disculpad por el tópico, pero es increíble cómo pasa el tiempo.
El año pasado empezaba mi trayectoria como “rastreador” en Barcelona, mi ciudad, con un acto de calle a las puertas del centro de convenciones, las colas a la entrada y la sesión plenaria con los discursos de alcaldes y ministros anfitriones.
Un año después se repite el mismo ritual, y pese a estar en China, todo me resulta familiar, aunque con alguna cara nueva. Como la de Christiana Figueres, la Secretaria Ejecutiva de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) desde el pasado mayo, y a la que aún no había visto en persona.
Luciendo un bonito vestido chino, como el de nuestro tracker alemán, Ole (os lo enseñaré otro día), Figueres ha participado en un acto de nuestra campaña tcktcktck en el que ponía un sello en una gran muralla creada con fotos subidas por ciudadanos anónimos que pedían mayor acción contra el cambio climático. Siempre ma ha parecido curioso el papel que juegan estas figuras representativas de alto nivel, presentes en todo tipo de actos, crean en ellos o no.
En el plenario, Figueres ha ejercido su rol de mediadora central y ha asegurado que “las partes han recuperado su propia confianza en el proceso [las negociaciones sobre el clima], pero deben asegurar que el resto del mundo cree en su futuro incrementando sus compromisos”.
El tema de la confianza es recurrente en la retórica de esta cumbre.
Como os comentaba ayer, se trata de recuperar algo que se perdió en Copenhague en cierto modo y que todo el mundo necesita para continuar. Si no se tiene confianza de nuevo en que las negociaciones llevarán a buen puerto, esta intersesional condenaría a la siguiente cumbre al fracaso y así sucesivamente.
Por eso, las ONG aquí presentes creen que la mejor manera de recuperar la confianza es construir lo que ellos llaman “los cimientos” de un futuro acuerdo. En lugar de construirse por entero y de golpe, se podría construir lentamente y por partes, atendiendo a las fundamentales primero.
Se trata de centrarse en temas como:
- Mayor compromiso en la reducción de los gases de efecto invernadero. Conseguir que los estados sean más ambiciosos y sienten las bases para un segundo mandato del Protocolo de Kyoto.
- Mecanismos de financiación, que probablemente pasarían por crear un fondo para la lucha contra el cambio climático. Debería gestionarlo la CMNUCC y basarse en recursos nuevos aportados por los Estados, no extraerse de los de ayuda al desarrollo. Asimismo, encontrar nuevas fuentes de ingresos, como podría ser un impuesto a las transacciones financieras.
- Consenso en la arquitectura legal de un futuro o, lo que es lo mismo, marcar un objetivo y trazar una ruta y un plazo razonable para conseguirlo.
Evidentemente, esto no es lo único que se espera de Tianjin. La tracker inglesa, Anna, tiene una pegatina en su portátil en la que se puede leer “Cree en lo imposible”. Las ONG aquí, igual que mucha gente en el mundo no han perdido la ambición, pero ahora tratan de presionar a sus respectivos gobiernos para avanzar paso a paso hacia en acuerdo justo, ambicioso y vinculante que siempre hemos necesitado.
¿Y qué debería hacer España para que creamos, como vosotros, en lo imposible? Entiendo que sólo sería un grano de arena -comparado con otros países como el que tú estás en estos momentos (bonita paradoja también)- pero la suma de esfuerzos es lo que hace llegar a la meta.
Querida Cristina, te veo muy interesada en el tema y que sigues bastante mi blog. Espero que te haga compañía mientras trabajas.
Respecto a lo que me preguntas, creo que España debería ser más ambiciosa y tomar posturas más atrevidas en el seno de la Unión Europea y también respecto a los países latinoamericanos, con los que tiene lazos históricos que podría aprovechar para mediar.
Un abrazo